Sequía histórica: el cuidado del agua es responsabilidad de todos

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El cuidado del agua durante esta sequía histórica es responsabilidad de todos

El Chaco y la región están atravesando una profunda crisis hídrica a causa de la escasez de lluvias que se extiende desde hace más de un año. Según los especialistas, es la seca más importante de las últimas dos décadas.

Los pequeños agricultores de la región sufren más que nadie esta situación. La falta de agua impide el crecimiento de cultivos para el autoconsumo, la venta de excedentes o la alimentación de animales (cabras, ovejas, porcinos o vacas).

En Chaco, durante el período estival 2019 llovió la mitad de los registros históricos, fenómeno que se repitió en el verano 2020. En algunas zonas cayeron 200 milímetros, cuando el promedio es entre 450 y 600. Con el correr de los meses la situación no mejoró. La falta de agua fue una constante durante todo el año y lo continúa siendo en 2021,donde tampoco se prevén lluvias importantes en lo que resta del año.

La importancia del agua

El líquido elemento es, probablemente, la sustancia más importante para la vida (más que el oxígeno o cualquier nutriente). Por ello, su disponibilidad es la razón de algunas de las guerras más encarnizadas de la historia. Ecología, política, salud, ninguno de estos aspectos queda exento de la influencia del agua. Y los problemas que causa su falta son profundos y complejos.

Especialmente con el cambio climático actual, el cual repercute en la climatología existente en algunas zonas, haciendo más extremos algunos eventos climáticos como la sequía. Desde tiempos inmemoriales, el agua ha sido siempre el recurso principal para determinar los asentamientos, la producción de alimentos, el comercio o, incluso, las guerras.

Cómo podemos ahorrar agua desde nuestro hogar

En la cocina:

– Lavar los platos es una de las actividades que más agua gasta en una casa, más que cualquier riego de plantas o ducha. Se estiman que en 5 minutos se pierden 70 litros de agua.

– Deja correr el agua del grifo solo para enjuagar los platos y cierra el grifo mientras los enjabona.

– Evita que los grifos goteen cuando no los estás empleando.

– Lava las frutas y verduras en un recipiente y no bajo el grifo abierto. Para descongelar alimentos puedes hacer lo mismo. Utiliza el agua del punto anterior para regar las plantas.

– Utiliza el lavavajillas sólo cuando esté completamente lleno y utilizando un programa economizador del agua.

En el baño:

– Ahorra agua en la ducha. Una ducha de 5 minutos gasta 60 litros de agua. Considera el uso de mangos y llaves de ducha con tecnología de ahorro, que permiten reducir hasta en un 70% el consumo de agua.

– Si dejas abierta la llave esperando que salga el agua caliente, aprovecha y emplea un recipiente para reutilizar toda esa agua, por ejemplo, para regar las plantas.

– Cuando estés en la ducha, cierra la llave del agua cada vez que apliques jabón, champú y acondicionador.

– Acondiciona la grifería de tu baño para que te ayude a minimizar el uso del agua. Puedes instalar aireadores que te significarán un ahorro del 50%.

– Cada vez que te laves los dientes, cierra la llave y utiliza un vaso para el enjuague.

– Vigila regularmente que no existan fugas en tu inodoro. Usa un poco de tinte natural en el estanque y espera unos 15 min. Si el color aparece en la taza de baño, tienes una fuga
Si no tienes un sistema de doble descarga, opta por incluir una botella de arena dentro del tanque para reducir su capacidad. Los sistemas de doble descarga permiten disminuir hasta en un 50 % el consumo.

En el jardín:

– Riega el pasto y las plantas por la mañana o por la noche, evitando las horas de mayor evaporación del agua.

– Revisa fugas en grifos, mangueras, bombas de agua. Al estar en el jardín es fácil que no nos demos cuenta si hay una avería.

– Usa una escoba en lugar de la manguera para limpiar exteriores y barrer hojas.

– Riega a mano las zonas pequeñas.

– Modifica tus jardines, reduce la superficie cubierta por pasto y utiliza especies de bajo consumo hídrico adaptadas a las condiciones climáticas locales. Sólo reemplazando el césped por gravilla, se puede disminuir el consumo de agua en un 60%.

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