“Día Mundial de los Océanos”, por Raúl Coronel

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El Día Mundial de los Océanos se celebra cada 8 de julio, para recordar al igual que todos los días del año, el importante papel que cumplen en la Tierra. Son los pulmones de nuestro planeta, fuente importante de alimentos, medicinas y parte fundamental de la biosfera.

Este año con el lema Revitalización: Acción colectiva por el Océano. El propósito es informar sobre el impacto de los humanos, desarrollar un movimiento mundial de apoyo y uniendo a la población en un proyecto para su gestión sustentable.

Raúl Osvaldo Coronel
Dr. Raúl Osvaldo Coronel
Abogado Mat.764 STJ Chaco
Especialista en Evaluaciones Ambientales

Los océanos son una fuente continua de oxígeno, sustento y alimentos. Nutren a una cantidad inimaginable de biodiversidad y apoyan directamente al bienestar humano, a través de múltiples recursos alimentarios y energéticos. Estabiliza el clima y acumula carbono, actuando como un gigantesco sumidero de gases de efecto invernadero.

Los océanos cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, contienen el 97% del agua del planeta. Más de 3.000.000.000 de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. Contienen casi 200,000 especies identificadas, pero las cifras reales pueden ser de millones.

Absorben alrededor del 30 por ciento del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del Calentamiento Global y sirven como la mayor fuente de proteínas del mundo. Se sabe además, que la pesca marina emplea directa o indirectamente más de 200 millones de personas.

Los océanos muestran que la acidez aumentó un 26% desde el comienzo de la Revolución Industrial. Las aguas costeras se están deteriorando debido por contaminación y eutrofización. Sin esfuerzos coordinados, se espera que la eutrofización costera aumente en 20% de los grandes ecosistemas marinos para el año 2050. Eutrofización es el aporte en exceso de nutrientes inorgánicos de actividades humanas, principalmente Nitrógeno (N) y Fósforo (P),

Con el 90% de las grandes especies marítimas de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos, estamos extrayendo más del océano de lo que se puede reponer. Debemos trabajar juntos para crear un nuevo equilibrio para no agotar todo lo que este nos ofrece. Debemos restaurar su vitalidad como fuente de vida.

Cada año son miles las especies de plantas y animales que se extinguen por la gran cantidad de desperdicios y contaminantes que son arrojados al mar. Los océanos tienen la función de contribuir al equilibrio climático, sin embargo la quema de los combustibles fósiles y la deforestación impacto negativamente provocando un aumento descontrolado de las temperaturas y un gran desequilibrio del clima en todo el mundo.

Estos cambios abruptos y continuos representan una seria amenaza futura para toda la humanidad, lo dicen estudios que han observado un incremento en el nivel del mar debido a los gases del efecto invernadero. Ocurre porque al absorber el carbono, las aguas aumentan de temperatura haciendo que se expandan.

Absorben cerca del 23% del CO2 generado por las actividades humanas, y como consecuencia se producen reacciones químicas que acidifican el agua del mar. Este fenómeno pone en peligro los ecosistemas marinos ya que, a mayor acidez del agua, menor es la capacidad de absorción de CO2.

Se suma el derretimiento de los glaciares con un ascenso en la salinidad. Según la Organización Meteorológica Mundial, el aumento medio anual del nivel del mar en todo el mundo fue de 4,5 mm entre 2013 y 2021.

Se producen además modificaciones en los patrones de las corrientes oceánicas, que afecta la salud de los océanos y de las especies marinas. Los arrecifes de coral están amenazados por el triple peligro de la acidificación, el incremento de la temperatura y el aumento del nivel del mar. Pero la acidificación es un problema mucho más amplio, ya que altera el secuestro de carbono que realizan otras especies, como los moluscos y los crustáceos.

Los cambios en los patrones de las corrientes oceánicas en particular ponen en peligro el reclutamiento de las poblaciones de peces, ejemplares nacidos en un período determinado que alcanzan la etapa juvenil, lo que genera impactos reales y directos en las comunidades costeras que dependen de estos recursos. Por lo tanto, los efectos del Cambio Climático en los océanos son múltiples, complejos e interrelacionados.

No figuran en los mapas, pero en nuestros océanos existen cinco islas de plástico flotante que amenazan con erradicar buena parte de la vida marina y contribuyen al Cambio Climático. En todos estos años hemos puesto en circulación 8.300 millones de toneladas de este polímero a nivel global, según estima la Universidad de California, y lo más preocupante es que más del 70% son ahora residuos que colapsan los vertederos y los mares del planeta.

Una investigación expone que la isla de basura se extiende a 1.6 millones de Km2, como tres veces el tamaño de Francia. El plástico flotante supone un 15% del total, mientras que el 85% permanece bajo el agua, a profundidades de hasta 11.000 metros en su mayoría por microplásticos de menos de cinco milímetros que flotan en el interior.

Dado que el 80% de la contaminación marina se origina en tierra, debemos poner nuestra pequeña parte para evitar que la polución por productos plásticos llegue al mar. Se lo puede hacer utilizando productos reutilizables, evitando usar productos desechables y asegurándose de depositar los residuos en los contenedores adecuados. Todo en base a una Gestión Integral de Residuos.

No se debe arrojar residuos en la playa, hay que guardarlos y traerlos para deponerla donde corresponde.
Somos la última generación que debe cambiar sus conductas ambientales para favorecer a las generaciones futuras.

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