“Negación del Cambio Climático”, por Raúl Coronel

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Están los que niegan el Cambio Climático, mientras el planeta arde se sigue deforestando y quemando combustibles fósiles. Están yendo a contramano de toda evidencia científica sobre el calentamiento global, Los estudios demuestran a ciencia cierta que entre los factores que causan el efecto invernadero y la mayor frecuencia de eventos extremos como las olas de calor, las sequías y otras catástrofes, son las actividades humanas.

No hay duda admisible: el consumo de combustibles fósiles, la generación de electricidad, las construcciones de cemento, la eliminación de la vegetación, el cambio de uso de suelo, la producción de alimentos y bienes, los servicios y los consumos, son las causas fundamentales de esas variantes del clima.

 

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), nos hace saber que  avalaron estudios que indican que la temperatura de la superficie del planeta aumentó en los últimos 70 años, más rápido que en cualquier otro período de 50 años, de al menos los últimos 2000 años. Los científicos advierten que las emisiones deben reducirse a la mitad para 2030.

 

La negación no se da en las personas que comparten información errónea en redes sociales, se trata de funcionarios y sus grupos con poder de decisión los que minimizan el tema. La negación se pone de manifiesto con sus políticas y obras que no se ajustan a los parámetros de mitigación que las leyes y tratados exigen. No deben obviar como ser, que las altas temperaturas, las sequías e inundaciones se mitigan protegiendo los bosques.

 

Al deforestar los bosques, dejan de ser sumideros de carbono, para ser una fuente de liberación de esos gases efecto invernadero, causal del cambio de clima. Los bosques y sus suelos almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema terrestre mitigando la creciente inestabilidad del clima. Protegiendo los bosques se aumentaría la recuperación de extensas áreas frente al CC, contribuyendo a proteger la biodiversidad.

 

Estamos en el horno según las predicciones climáticas  2022 a 2026 de la Ciencia, que coordina la Organización Meteorológica Mundial OMM. Fueron hechas presuponiendo que no se produzca ninguna erupción volcánica importante durante el período en cuestión, de ocurrir sería fatal.

 

El mensaje del último informe de la ciencia dice: Existe una probabilidad de casi el 50 % de que al menos uno de los años comprendidos entre 2022/2026 supere temporalmente un calentamiento de 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales (promedio de 1850–1900).

 

Hay un 93 % de probabilidades de que al menos uno de los años comprendidos entre 2022/2026 sea más cálido que el año más cálido registrado hasta la fecha (2016) y de que la temperatura media quinquenal de 2022–2026 sea superior a la de 2017–2021.

 

Es probable que las temperaturas medias globales cerca de la superficie aumenten en 2022–2026 y se mantengan muy por encima de la referencia de 1991/2020. Para cada año de este quinquenio, se prevé que la temperatura global media anual cerca de la superficie sea entre 1,1 °C y 1,7 °C superior a los niveles preindustriales, es decir, a la temperatura media del período comprendido entre 1850 y 1900.

 

Desde la época preindustrial, la probabilidad de que la temperatura global media anual cerca de la superficie supere temporalmente 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales durante al menos uno de los próximos cinco años es del 48 %, y aumenta con el tiempo. No obstante, solo hay una pequeña probabilidad (10 %) de que la media quinquenal supere ese umbral.

 

Obsérvese que el nivel de 1,5 °C citado en el Acuerdo de París se refiere al calentamiento a largo plazo, pero se prevé que cada vez haya más años con valores por encima de 1,5 °C a medida que las temperaturas globales se  acerquen a este umbral a largo plazo. Hay un 93 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea más cálido que el año más cálido registrado hasta la fecha (2016).

 

Que la temperatura media de 2022–2026 sea superior a la de los últimos cinco años. El nivel de confianza en las predicciones de la temperatura media global es alto, ya que el grado de acierto estimado de las predicciones retrospectivas es elevado.

 

Para las próximas cinco estaciones que abarcan de mayo a septiembre, se prevé que los patrones de temperatura superen el promedio de 1991–2020 en casi todas partes, lo cual incluye un mayor calentamiento en las zonas continentales del hemisferio norte. Para las cinco estaciones de noviembre a marzo las predicciones muestran anomalías cálidas en casi todas partes.

 

Frente a las predicciones sobre el clima, las alertas tempranas son los medios idóneos para mitigar, salvan vidas, reducen los daños y pérdidas, contribuyen a la reducción del riesgo de desastres y apoyan la adaptación al CC.

 

Dado que entre 3 300 y 3 600 millones de personas viven en contextos muy vulnerables al CC, el IPCC en 2022 sostiene que es más importante que nunca que la comunidad internacional adopte medidas ambiciosas no solo para limitar las emisiones, sino también para adaptarse al CC, en particular a los fenómenos meteorológicos extremos y fenómenos combinados, que pueden tener repercusiones socioeconómicas duraderas.

 

Los sistemas de alerta temprana de peligros múltiples integran la información sobre peligros con el análisis de riesgos para proporcionar alertas tempranas valiosas, de modo que los gobiernos, las comunidades y las personas puedan comprender los riesgos relacionados con fenómenos inminentes y actuar para minimizar los impactos.

 

Estos sistemas, constan de cuatro elementos: Los conocimientos sobre riesgos de desastre; el monitoreo, las observaciones y la predicción; la comunicación de avisos; y la preparación. Si se aplican debidamente, los alertas tempranos salvan vidas, reducen los daños y pérdidas, contribuyen a la reducción del riesgo de desastres y apoyan la adaptación al CC.

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