“2 de febrero Día de los Humedales”, por Raúl Coronel

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El Día Mundial de los Humedales, es el 2 de febrero, fecha del Tratado Ramsar para la protección de estos ecosistemas,  fue instaurado para dar a conocer su importancia para la humanidad. Es objetivo es sensibilizar al público para revertir su  pérdida acelerada, este año con el Tema “Revitalizar y restaurar los humedales degradados”, clave para ofrecer los mismos beneficios que ofrecía el humedal natural original.


Es necesaria y urgente la conservación de humedales para beneficio de la humanidad por ser cuna de la diversidad biológica, fuente segura de agua, por los bienes y servicios que prestan como sumideros de carbono.

Los humedales constituyen una solución natural al cambio climático por ser, entre otras funciones, sumideros de carbono más eficaces de la Tierra, ya que capturan y almacenan el doble de carbono que todos los bosques del mundo juntos. Sin embargo, cuando se drenan y se destruyen emiten grandes cantidades de carbono, tendencia negativa que continuara debido a una producción y consumo insostenible y al desarrollo proyectos productivos.

Entre las actividades humanas que provocan la pérdida de humedales está el drenaje y relleno para usarlos en agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático. Es un círculo vicioso de desaparición de humedales, medios de sustento amenazados, consecuencia de pensar que son terrenos baldíos o tierras improductivas.

 

Los Tratados aprobados por ley en nuestro País obligan su protección, es la Ley Nº 24.295 sobre Cambio Climático. Establece promover la gestión sostenible, la conservación y el reforzamiento de los sumideros y depósitos de todos los GEI, los bosques, océanos y otros ecosistemas terrestres y costeros (humedales). El Acuerdo de Paris sobre CC Ley N° 27.270, ratifica y obliga conservar y aumentar los sumideros depósitos de carbono.

Lamentablemente en la práctica los humedales son considerados y tratados como tierras improductivas, razón por la que se los destruyen a un ritmo alarmante mediante proyectos que sólo dicen de recuperar tierras para la producción, generando actividades adversas para cualquiera de los componentes.

 

La alteración o modificación de algunos de los elementos que constituyen el ecosistema humedal, afecta según nuestra experiencia, a todo el proceso que allí se desarrolla. Así ocurrió con los Bajos Submeridionales. Es necesario e imprescindible un manejo racional y sostenible, manteniendo sus funciones y servicios ecosistemáticos.

La situación es grave desde que las emisiones GEI siguen aumentando a niveles sin precedentes y el Cambio Climático se siente en todos los continentes. Cuando se adoptó el Acuerdo de París, los países se comprometieron con diversas acciones, incluyendo la presentación de nuevas contribuciones para limitar las emisiones, por eso, la Cumbre Acción Climática invitó a los líderes a demostrar su liderazgo y aumentar esos objetivos.

 

El último Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático sostiene que todavía es posible limitar el cambio climático a 1,5 °C, pero sólo si se propician cambios rápidos, de amplio alcance y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad. Es poco el tiempo que nos queda y se debe llevar a cabo una acción ambiciosa de inmediato si queremos alcanzar ese objetivo y paliar el calentamiento global.

 

Posterior al Acuerdo de Paris y debido al aumento de emisiones GEI, el Comité de Expertos en Clima, informe de por medio, dictaminó que para conseguir el objetivo perseguido, ahora se debe limitar el calentamiento global a 1,5ºC, en lugar de 2ºC, tendría beneficios claros para las personas y ecosistemas naturales, contribuyendo a afianzar la constitución de una sociedad más sustentable, sostenible y equitativa.

 

Es un informe contundente del Comité de Expertos, el mundo sólo puede permitirse un aumento global de 1,5ºC  hasta fines de este siglo, para evitar de poner en peligro el futuro de la humanidad, que ese objetivo debía ser una regla en los acuerdos internacionales. Pero los delegados de EE.UU, Rusia, Arabia Saudí y Kuwait, se opusieron, dijeron no creer en informe y que no son ciertas sus conclusiones.

 

Todos los gobiernos están obligados a implementar políticas de uso racional de los humedales, para mantener y asegurar los beneficios a los seres humanos y los ecosistemas. Los firmantes del Tratado Sitio Ramsar del 2 de febrero de 1971, están obligados a aplicar sus contenidos a todos los demás humedales de su territorio. Es las Ley Nacional N°23.919 y Ley Provincial N° 5.362.

 

Siguiendo el Tema 2023 de “revitalizar y restaurar los humedales degradados”, clave para ofrecer los mismos beneficios que ofrecía el humedal natural original, téngase en cuenta lo siguiente. Dijo el científico Ángel J. Carranza, año 1883, habiendo salido del Fortín Cocheré, bordeando la Cañada Rica, en dirección al Fortín Piglapá (cera) y Fortín Las Heras, en el territorio de la sabana (Charadai):

 

“Lo confesamos, hay un instinto que pone al hombre en contacto con las obras estupendas de la Divinidad, difícil será interpretar con la pluma, la severa majestad de estos cuadros en las soledades inexploradas y bajo el misterioso manto de la noche. Ah!!! Que sublime espectáculo el de la creación sideral. Hoy la Cañada Rica y su cuenca, están seca debido a los trabajos de escurrimientos que se hacen para los Bajos Submeridionales.

 

La sabana, por sus características ecológicas y abundante biodiversidad, donde las “cabachuí” pendían de los árboles al suelo, fue el territorio donde mis hermanos indios se reponían de sus luchas, una suerte de terapia intensiva natural, de ahí el nombre “chagaray – empachado en qom”. Ha sido especial para la ganadería ecológica, las estancias se llaman “invernada”. Hoy invaden las aguas servidas por las obras a que hago referencia.

 

Somos la última generación que puede cambiar los efectos del CC para beneficio de las generaciones futuras. .

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