“Día Mundial de la Eficiencia Energética”, por Raúl Coronel

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El 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética (EE), con la finalidad de reflexionar y crear conciencia de la importancia del uso racional de la energía. De continuar su despilfarro traería consecuencias irreparables para el planeta entero. Un día emblemático mundial para cuidar y hacer un uso consciente y responsable de la energía, vital para la vida,debiendo diversificarse la energía a través de otras fuentes como las renovables y la reducción de los combustibles fósiles.


Impulsar la eficiencia energética no significa prescindir de las comodidades ni comprometer la calidad de vida disminuyendo el uso de la energía que empleamos.Todo lo contrario, lo que se busca es mejorar la calidad de vida, pero sin perjudicar los recursos y la energía tan necesaria para el diario vivir. Lo importantees optimizarla a través de otras fuentes mucho más sostenibles, como la energía solar y eólica para potenciar la EE a nivel planetario.

Dr. Raúl Osvaldo Coronel
Abogado Mat.764 STJ Chaco
Especialista en Evaluaciones Ambientales

Todos podemos colaborar para la eficiencia, usar lámparas de bajo consumo, led, evitar dejar las luces encendidas, si no están en uso. No dejar los cargadores de los teléfonos en el enchufe.Apagar quipos que no estés usando, ordenadores, televisores, etc.Aprovechar al máximo la luz natural en nuestras actividades diarias y así evitar el uso desmedido de la luz artificial. Disminuir el uso de vehículos y optar por otros medios de transporte.

 

La EE plantea un desafío de consumir y producir energía de manera inteligente e innovadora para mitigar los efectos del cambio climático. Aplicar las medidas procedentes genera importantes beneficios: mayor producción con iguales costos energéticos, ahorro económico, reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, desarrollo de empleos nuevos asociados a la aplicación de herramientas para la EE y menor impacto ambiental entre otros.

 

Algunos datos significativos respecto de la energía del momento, el 27% se pierde en la transmisión y en la generación a nivel mundial. Los hogares suponen un tercio del gasto energético mundial y el 55 % del eléctrico. Asimismo, el reposo de aparatos eléctricospuede representar hasta el 15% de consumo energético de un hogar o empresa, por lo que es importante apagar los equipos cuando no se utilizan.

 

La Agencia Internacional de Energía indicó que el sistema energético mundial seguirá dominado por los combustibles fósiles que representarán el 90% del suministro total de energía al 2030. Hasta ese año la demanda mundial de energía aumentará a un ritmo del 1,8% anual. El mantenimiento del predominio de los combustibles fósiles implicará un incremento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono.

 

No es mejorar la eficiencia o transición energética con la quema de biomasa vegetal, la que aumenta el calentamiento global y el cambio climático. La quema de aserrines producto de árboles del bosque nativo, empeora la calidad de del aire, debido a los humos que contienen dióxido de nitrógeno, partículas en suspensión, dióxido de azufre e hidrocarburos, todo el cóctel que al inhalar produce la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

 

La ciencia viene formalizó duras críticas contra la biomasa forestal, quemando madera para generar energía, porque conlleva a la deforestación de los bosques para extraerla, y a su vez, por el carácter no neutro de las emisiones. Por otra parte la quema es ineficiente al emitir más carbono por kilovatio hora de electricidad o calor, que usando combustibles fósiles. Las emisiones de monóxido de carbono de la madera son superiores a la quema de carbón.

 

No es sencillo el interconectado por remantes de producción energética de biomasa, para dar cabida a porcentajes de la energía renovable, los sistemas energéticos necesitarán evolucionar y experimentar adaptaciones, mayor infraestructura, modificar los marcos institucionales y de gobernanza; atender los aspectos sociales y crear una capacidad técnica.

 

Las 2/3 partes de las emisiones totales mundiales  de gases de efecto invernadero son de carbono CO2 emitido en la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Esas cantidades aumentan el efecto invernadero normal lo suficiente como para elevar la temperatura media en casi 5ºC en los próximos años.

 

La transición a la energía renovable como la eólica y solar debe estar presente en los planes climáticos de cada país. Las energías renovables, la eficiencia energética y la transición del sector energético en las próximas décadas pueden proveer el 90 % de la mitigación necesaria en el sistema energético para el 2050. Así se alcanzará los objetivos climáticos y el desarrollo sostenible del Tratado.

 

En ese marco la ONU marca a la eficiencia energética como una de las estrategias fundamentales para la consecución de los Objetivos del Desarrollo Sostenible ODS, energía asequible y no contamínate. Alcanzar de aquí a 2030 duplicando la tasa mundial de mejora de la eficiencia, ampliar la infraestructura y mejorar la tecnología para prestar servicios energéticos modernos y sostenibles en particular los países menos adelantados.

 

El Acuerdo de París persigue mantener el aumento medio de la temperatura global por debajo de los 2°C y lo más cercano a los 1,5°C al 2050, sosteniendo los científicos que la meta es 1,5°C. Ha sucedido alrededor 1°C de aumento ya, por lo que se debe avanzar más rápido con la transformación de la energía limpiacomo respuesta mundial a la amenaza del cambia climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza.

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