“Cambio Climático y gestión ambiental del agua”, por Raúl Coronel

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Gestión del agua, una tarea para la casa. La crisis del Cambio Climático CC está relacionada de forma entrecruzada con el agua. La variabilidad del ciclo del agua aumenta debido al CC que provoca fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequias. Reduce la capacidad de previsión que tienen los recursos hídricos, disminuye la calidad del agua y constituye una amenaza para el desarrollo sustentable y sostenible, la biodiversidad, el disfrute del agua potable y el saneamiento.

El agua es el medio a través del cual la sociedad percibe muchos de los impactos de la crisis climática, debido a los diversos riesgos para los sectores de la energía, la agricultura y la salud. Estos sectores están condicionados por interacciones: el crecimiento de la población, la migración, el desarrollo económico, la urbanización, los cambios ambientales, cambios en la superficie de la Tierra naturales o por el uso, que ponen en peligro la sostenibilidad de los recursos, porque disminuyen el suministro de agua o aumentan su demanda.

Raúl Osvaldo Coronel

Dr. Raúl Osvaldo Coronel

Abogado Mat.764 STJ Chaco

Especialista en Evaluaciones Ambientales

La creciente demanda mundial de agua implica un aumento del bombeo para llevarla, transporte y su tratamiento con alto consumo energético. Contribuyó además, a la degradación de humedales, que son los sumideros de carbono (absorben el carbono de la atmósfera). Por otra parte, algunas medidas de mitigación del CC, como el fomento del uso de biocombustibles, pueden agravar aún más la escasez de agua. Recordemos que el uso de combustibles fósiles y la deforestación son las principales causas del CC.

 

 

 

Obligatoriamente se debe realizar un enfoque integrado del CC y la gestión de los recursos hídricos con políticas a escala nacional y regional. El aumento del estrés hídrico y la satisfacción de la demanda futura exigirán tomar decisiones cada vez más difíciles sobre la distribución de los recursos hídricos entre los diferentes usos del agua, incluidas actividades de mitigación y de adaptación al CC. (Incluye al agua como transporte)

 

 

 

Un futuro sostenible exige que la gestión de los recursos hídricos sea resiliente ante los efectos del CC, es decir cambios para moderar los daños potenciales o para beneficiarse de las oportunidades asociadas con el mismo. Las políticas deben garantizar la representación, la participación, el cambio de comportamiento y la rendición de cuentas de todas las partes interesadas, del sector privado y la sociedad civil.

 

 

 

Garantizar el agua para las comunidades, las economías y los ecosistemas es fundamental para reducir la pobreza, la transición a la energía verde y amortiguar los desastres naturales. Mejorar la gestión de los recursos hídricos y el saneamiento es esencial para la mitigación y adaptación al CC según el Acuerdo de París sobre el Clima. Además, el agua es clave para transformar el mundo conforme a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

 

 

 

Se necesita una cooperación transfronteriza para abordar los impactos climáticos que cruzan las fronteras como ser, sequías o crecidas de ríos, evitar las consecuencias de una mala adaptación desde la perspectiva de la cuenca, y aprovechar los posibles beneficios derivados de una cooperación regional para reducir la incertidumbre mediante el intercambio de datos, la paz, la estabilidad y la planificación.

 

 

 

En el último decenio, más del 90 % de los grandes desastres naturales se produjeron a causa de inundaciones, tormentas, olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos, las que aumentaran en frecuencia e  intensidad  debido al cambio del clima. Con objetivo de poner fin a todas las formas de pobreza, hambre, luchar contra las desigualdades y hacer frente al CC los países adoptaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que garantiza la disponibilidad, la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.

 

 

 

Se estima que actualmente 3.600 millones de personas en todo el mundo ya viven en áreas con escasez de agua por lo menos un mes por año. Según Informe de la ONU sobre el desarrollo de los recursos hídricos, podría alcanzar a 4.800/5.700 millones para el 2050, lo que provocará una pugna sin precedentes entre los usuarios del agua independientemente de las fronteras políticas.

 

 

 

Desde hace mucho tiempo, los desastres súbitos o de evolución lenta vinculados a inundaciones o sequias, son uno de los principales motivos de la migración forzada, puesto que las personas se alejan del peligro. La falta de acceso al agua o de su disponibilidad por sequías o por la interacción de éstas con una gobernanza del agua deficiente, se considera también un factor para migrar al afectar el bienestar y los medios de subsistencia.

 

 

 

Cabe esperar que en los próximos decenios el CC aumente la frecuencia de las sequías meteorológicas consistente en disminución de las lluvias. Es probable que esto de lugar a sequías hidrológicas que consisten en disminución de las aguas superficiales y subterráneas con mayor frecuencia en regiones secas.

 

 

 

El cambio climático afecta negativamente a los ecosistemas de agua dulce puesto que altera los flujos fluviales y la calidad del agua, poniendo en riesgo la calidad del agua potable incluso con el tratamiento convencional. El origen de los riesgos se encuentra en el aumento de las temperaturas; el aumento de las cargas de sedimentos, nutrientes y contaminantes debido a las fuertes lluvias; la mayor concentración de contaminantes durante las sequías y la interrupción del funcionamiento de las instalaciones de tratamiento durante las crecidas.

 

 

 

Las estrategias de mitigación al CC en el contexto del agua pueden hacerse empleando o imitando procesos naturales para aumentar la disponibilidad del agua mediante la retención de la humedad del suelo y la recarga de las aguas subterráneas. También mejorando la calidad de los humedales naturales y sus servicios ecosistemáticos.

 

 

 

Las medidas de adaptación con infraestructuras hidráulicas deben ser resistentes al CC debido a que supone una mayor variabilidad e incertidumbre en los ciclos del agua. Deben poder modificarse o adaptarse a los cambios de forma satisfactoria. Fuente. Informe de políticas de ONU-AGUA sobre el Cambio Climático y el Agua.

 

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