“El Día del Árbol en nuestro País”, por Raúl Coronel

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Se celebra cada 29 de agosto. Los árboles son los que nos proveen de oxígeno, amortiguan la lluvia, ofrecen un reparo a la sombra en días donde el sol no da tregua. En conjunto componen los bosques que regulan el clima, son los sumideros del carbono, reducen la velocidad del viento y la contaminación sonora. Generan biodiversidad y la sostienen, la vida florece entre sus raíces, sus ramas, sus hojas y sus cortezas. El árbol es vida.


La fecha propicia para concientizar sobre la importancia de los recursos forestales para la Tierra, y de la necesidad de enseñar a toda la comunidad sus cuidados para preservarlos. Los árboles y bosques son esenciales para la vida humana y elemental para la mitigación y adaptación al Cambio Climático (CC). Concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre y son fuente de alimentos, nos proveen de agua potable y  recursos medicinales.

Raúl Osvaldo Coronel
Dr. Raúl Osvaldo Coronel
Abogado Mat.764 STJ Chaco
Especialista en Evaluaciones Ambientales

El 60% de los bosques nativos argentinos se encuentran en la región del Gran Chaco Americano, la ecorregión boscosa más grande de Latinoamérica después del Amazonas. Como segundo bioma posee una importante  riqueza biodiversa proveyendo a las poblaciones locales, del país y del mundo.

 

El grave problema para los árboles lo constituye el avance de la deforestación para la conversión de sus ambientes naturales. Al día de hoy nuestro país se encuentra entre los 11 lugares más deforestados del planeta, habiéndose perdido en Argentina el 30% de los bosques chaqueños. La Ley de Bosques, modificó el escenario nacional de protección de bosques nativos, visibilizó la problemática y la importancia de la conservación de estos ecosistemas.

 

La implementación plena de la Ley de Bosques es una oportunidad para toda la sociedad, especialmente para los que viven en y de los bosques. Hay que estar a la altura de las circunstancias de la crisis ambiental y social mundial de la mano de los instrumentos legales, administrativos y financieros. Debemos consolidar la conservación y uso sustentable de nuestros bosques nativos cómo una real política de estado.

Pero en los últimos años, los bosques nativos de Argentina vienen sufriendo la quema y tala producto del cambio de uso del suelo para actividades agropecuarias, urbanísticas y viales. Desde el 2007, en Argentina se perdieron 3.500.000 de hectáreas de bosques nativos y sus beneficios asociados. El ritmo promedio fue de aproximadamente 300.000 Has deforestadas/año, como la superficie de la CABA por mes.

 

El avance de la deforestación para las actividades humanas ocasiona graves consecuencias sociales, ambientales y económicas, muchas veces, irreversibles. Se necesita frenar la deforestación, en función de sus servicios ambientales para combatir el CC y el Calentamiento Global. Los bosques, ecosistemas naturales deben ser protegidos porque son esenciales para preservar nuestra salud y nuestro bienestar.

 

Según la Organización la Alimentación y la Agricultura (FAO) entre 1990 y 2000, casi la mitad de la deforestación en América Latina, fue la deforestación y cambio de uso del suelo para la agricultura y ganadería en gran escala, así como para la producción de biocombustibles. Los cambios en el uso del suelo acarrean además, la fragmentación de hábitats y pérdida de biodiversidad con el consecuente riesgo para la salud de las personas.

 

Los árboles son los mejores aliados para la supervivencia humana y de los ecosistemas, pues captan y recargan las fuentes de agua, liberan el oxígeno y capturan el dióxido de carbono por lo que hay que fomentar la protección, conservación y restauración de los bosques. Los árboles transforman el dióxido de carbono (CO2) en oxígeno (O2), con sus raíces evitan las erosión de tierra, mitigan las inundaciones de las grandes lluvias y proveen alimentos.

Los árboles y sus suelos almacenan carbono de vital importancia para la mitigación de la inestabilidad del clima. Si esa función se suspende dejan de almacenar carbono agravando el CC, liberando a la atmósfera el carbono presente y eliminando su capacidad de fijación de CO2 de toda la masa forestal. Pasan de ser un sumidero o almacén que absorbe el carbono, a ser una fuente de liberación de esos mismos gases.

 

A pesar de que el desmonte se encuentra suspendido durante la cuarentena, Greenpeace monitoreo con imágenes satelitales y comprobó que  en Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco se arrasaron más de 6.565 hectáreas  entre el 15 de marzo y el 15 de abril, equivalente a 211 hectáreas por día.

 

Hay pruebas claras según el último informe del IPCC que nuclea a los científicos expertos en clima, que el dióxido de carbono (CO2) es el principal causante del CC y el Calentamiento Global. Para estabilizar el clima será necesario reducir de forma sustancial y rápida las emisiones de GEI para lograr cero emisiones de CO2. Imposible de cumplir si se sigue desmontando en perjuicio de los objetivos del Acuerdo de Paris sobre el clima.

 

La destrucción de los bosques aumenta el contacto entre los humanos y la vida silvestre, incrementando la incidencia de las enfermedades  zoonóticas que se transmiten de los animales a los humanos. La pandemia del COVID-19, el HIV, el Ébola, SARS, la gripe aviar y otras epidemias recientes, son enfermedades infecciosas de origen animal.

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