“Día Mundial del Suelo”, por Raúl Coronel

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 Se denomina suelo al medio natural para el crecimiento de las plantas o al cuerpo natural con capas de materiales de minerales meteorizados, materia orgánica, aire y agua. Es el producto final de la influencia del tiempo combinado con el clima, el relieve, la flora, fauna y ser humano. Sostiene la mayoría de los organismos vivos, su buen manejo asegura que los elementos minerales no se convierten deficientes o tóxicos para las plantas y se introduzcan en la cadena alimentaria.

El Día Mundial del Suelo se celebra cada 5 de diciembre designado por la ONU, en memoria del Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej fallecido en el 2016 y uno de los promotores de esta idea. Es importante concientizar el cuidado del suelo debido a que se espera que la población mundial aumente en 2.000 millones de personas en 2050 que llegará a los 9.700 millones y necesitará alimentarse.

Raúl Osvaldo Coronel
Dr. Raúl Osvaldo Coronel
Abogado Mat.764 STJ Chaco
Especialista en Evaluaciones Ambientales

El suelo es un recurso limitado y un reporte de estado global de los suelos, la ONU dijo que cada año la humanidad pierde un 0.3% de su capacidad global para producir alimentos a causa de la erosión y degradación de los suelos. La producción agropecuaria está dominada por las labranzas que no sólo exponen al suelo a la erosión por acción del agua y el viento, sino que además generan pérdida de biodiversidad y de fertilidad de los suelos.

 

Más de la mitad del territorio argentino, el 51,5 % se encuentra bajo condiciones áridas, a las que habría que agregar un 27,5 por ciento de tierras que se encuentran en regiones subhúmedas y semiáridas. Este es el motivo fundamental para conservar la biodiversidad de esas tierras y asegurar el mantenimiento de la funcionalidad de sus ecosistemas. Debido a la producción agropecuaria, las tierras deben ser aprovechadas en forma sustentable.

 

El lema de la campaña 2021 es «Detener la salinización del suelo, impulsar la productividad del suelo». Tienen como objetivo crear conciencia sobre la importancia de mantener ecosistemas saludables y el bienestar humano abordando los crecientes desafíos en la gestión del suelo. Luchando contra la salinización aumentando la sensibilización y fomento de las sociedades para mejorar la salud del suelo.

 

Las costras blancas en el suelo se tratan de sal. Las sales están presentes de forma natural en la tierra y el agua. Los suelos naturalmente salinos pueden sustentar ecosistemas ricos, pero procesos naturales como las sequías o las actividades humanas, especialmente el riego administrado inadecuadamente, pueden aumentar la cantidad de sales en los suelos, un proceso que se llama salinización.

 

La salinización y sodificación (elevado contenido de sodio) del suelo son los problemas más importantes a nivel mundial para la producción agrícola, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad en las regiones áridas y semiáridas.  Se encuentran en todos los continentes y bajo casi todas las condiciones climáticas, pero su distribución es relativamente más extensa en las regiones áridas y semiáridas en comparación con las regiones húmedas.

 

Los micronutrientes del suelo son cruciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas. También afectan el contenido nutricional de los productos. Debido a los desequilibrios de nutrientes causados ​​por una gestión insostenible, los suelos en algunas partes del mundo están proporcionando menos nutrientes a las plantas y, por lo tanto, a los animales y las personas.

 

La salinización (excesos de sales) puede ser de origen natural como cuando el agua subterránea sube a la superficie y al evaporarse deposita las sales que lleva disueltas, o cuando la tierra es inundada por arroyos o ríos. La segunda causa es la producida por el hombre, resultado de prácticas agrícolas del suelo con fertilizantes  y el mal manejo del agua para el riego, salada o residual sin tratar. (Uso doméstico o industrial, también negras o cloacales)

 

Entre otra principal causa de salinización se encuentran la deforestación. Los bosques toman el agua del suelo y la transpiran a la atmósfera a través de sus hojas (evapotranspiración). Al desmontar se quita esa vegetación haciendo que la precipitación llegue al suelo y, al no haber una cobertura vegetal, infiltra y va directo a las napas. Cuando las napas llegan a la superficie, el agua se evapora y las sales quedan sobre el suelo.

 

Este es un proceso de recarga y ascenso de napas que se da en el Chaco Semiárido. En los ecosistemas secos es común que los suelos contengan gran cantidad de sales en profundidad, lo cual agrava las consecuencias. Luego de casi 40 años de agricultura sobre desmonte, el proceso de ascenso de agua es evidente y en algunos casos, especialmente en zonas con riego, el agua ya se encuentra cerca de la superficie.

 

Este es un problema muy serio ya que una vez alcanzado ese punto pierde sentido pensar en cambiar la cobertura con pasturas u otras plantas, un sistema salinizado pierde definitivamente su capacidad para producir alimentos.

 

Se debe sensibilizar sobre el problema de los suelos y promover la innovación tecnológica para con el suelo, obtener un mejor conocimiento sobre el estado de los suelos afectados, para una mejor forma de gestionar la degradación. Desarrollar políticas e implementar acciones en el campo, basadas en evidencia científica, para incorporar una gestión sostenible y restaurar los degradados en áreas muy afectadas por salinidad o sodicidad.

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