Producción apícola | Pablo Chipulina: “La cadena apícola en el Chaco es muy organizada, tiene más de 30 grupos asociativos, 80 mil colmenas y 1716 apiarios en toda la provincia”

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Pablo Chipulina, productor de miel orgánica y director del Plan Apícola del Chaco, se refirió a cómo funciona la cadena apícola en nuestra provincia.


En diálogo con Madre Tierra en Radio Nacional Resistencia AM 620 – FM 96.7, Chipulina señaló que “uno de los temas más difíciles que veo como técnico y productor es el del agua, especialmente en una zona como la nuestra, porque la apícola es una de las actividades más golpeadas, con la pérdida de 12 mil colmenas que se produjo en el sudoeste por las intensas lluvias”.

“Paradójicamente, después de eso desapareció el agua de superficie y existe un gran desequilibrio, ya que hay que llevar agua hacia a las abejas para garantizar su subsistencia y eso también ocurre con otras especies, hay que ir tomando conciencia porque este fenómeno del cambio climático continuará y se acrecentará”, afirmó.

“El rol de las abejas es muy importante porque son las abanderadas de los polinizadores, estamos atravesando una crisis mundial donde están desapareciendo muchas especies, principalmente las polinizadoras. El 80% de los alimentos que llegan a nuestra mesa provienen de la polinización, por lo que la situación que estamos atravesando es muy grave”, manifestó Chapulina.

Por otro lado, comentó que “la cadena apícola en el Chaco es sumamente organizada porque tiene más de 30 grupos asociativos y 80 mil colmenas en producción, con 1716 apiarios en toda la provincia. En los últimos 3 o 4 años a través del gobierno de la provincia, sus organismos y también los nacionales pusieron en valor la producción orgánica y hoy Chaco es líder en el volumen de miel orgánica con certificación producida en el país y en el número de productores”.

“Cuando hablamos de certificación orgánica, incluye el cuidado del ambiente porque una de las particularidades que tiene la producción orgánica es que tiene que estar en una zona libre del uso de biocidas y transgénicos para lograr llevar esa naturaleza a la mesa del consumidor”, indicó el productor, “garantiza que el producto viene de zonas inocuas y conlleva un desarrollo social y un cuidado del ambiente, que el consumidor está dispuesto a pagar un diferencial por ese producto”.

“El color de la miel está ligado a las flores de las cuales provienen, las flores de un garabato o chañar son las más claras, la de algarrobo y de quebracho son más oscuras, y la de aliso es muy oscura”, explicó, “las mieles más claras tienen un sabor suave y las más oscuras un sabor más intenso”.

“A nivel nacional la miel se exporta en un 95%, sin embargo en Chaco tenemos un consumo interno muy importante debido a que se vende casa a casa o se compra directamente al productor”, sostuvo Chapulina, “tenemos más de 13 marcas que se venden en supermercados”.

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