“Contaminación de los cursos de agua” por Raúl Coronel

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El agua es la sustancia líquida más abundante del planeta, siendo el 97°% salada, el 3% es agua dulce, el 2% de agua dulce se encuentra congelada en los casquetes polares y sólo el 1% está disponible para nuestro consumo. Comprende este 1% el agua de ríos, riachos, humedales, lagunas, esteros, etc. El agua es el solvente universal presente en la mayoría de las sustancias y en todos los seres vivientes, sin ella no podríamos existir.


Diversas actividades humanas han generado un impacto negativo en la calidad del agua, mediante el vertido de sustancias líquidas, sólidas e incluso gaseosas en el ambiente. Organizaciones internacionales vaticinan futuras crisis de agua potable disponible en el mundo. Según la ONU, un 3,1% de las personas que mueren anualmente en el planeta ocurre por consumo de aguas contaminadas, lo que equivale a 2,2 millones de personas.

La contaminación del agua o contaminación hídrica tiene lugar cuando en los cuerpos de agua naturales como lagos, lagunas, esteros, ríos, mares, etc. aparecen diversos tipos de sustancias químicas ajenas a su composición original. La presencia de estas sustancias modifican las propiedades del agua, haciéndola insalubre, dañina para la vida, y por lo tanto inútil para la pesca, agricultura, recreación y consumo humano.

La contaminación del agua aparece cuando las personas interactuamos con el ambiente mediante descargas o vertiendo aguas residuales de la población, de las industrias, así como de pesticidas y fertilizantes tóxicos que por escorrentías (escurrimiento de agua por la superficie) terminan en los cursos de agua. Dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) que agua contaminada es la que sufre cambios en su composición hasta quedar inservible.

Los principales contaminantes del agua incluyen bacterias, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos, plásticos, desechos fecales y hasta sustancias radiactivas, que como no siempre tiñen el agua se dice contaminación invisible. Las muertes que se producen a nivel global ocurren por diarrea y por transmitir enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.

El Calentamiento Global con el aumento de la temperatura terrestre, a causa de las emisiones de CO2, calienta el agua y hace que disminuya su nivel de oxígeno. La deforestación con la tala de los bosques potencialmente agota las fuentes hídricas y genera residuos orgánicos que sirven de caldo de cultivo para bacterias contaminantes. La más grave y perversa ocurre por desechos fitosanitarios como venenos y fertilizantes.

En la charla “Dudas y certezas de la contaminación por agroquímicos” el Dr. en Bioquímica Humana de la UBA e investigador del Instituto de Medicina Regional UNNE Horacio Lucero, expuso estudios que revelaron la presencia de residuos de agroquímicos y metales pesados en aguas de los ríos Paraguay y Paraná. Los datos provienen de un informe de Damián Marino, investigador del Conicet y profesor de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP), que el 2017 expuso ante diputados provinciales.

El estudio reveló detalles que verifican el impacto del modelo agroproductivo en la cuenca de un recurso hídrico fundamental para el país. En el tramo superior de la cuenca, Marino encontró concentraciones de insecticidas de uso agrícola y en el medio y bajo, contaminación múltiple con algunos metales principalmente con glifosato. “Son los sitios más afectados. El glifosato es una molécula dominante. (Norte 24 de marzo 2018)

Las floraciones de cianobacterias. La contaminación con nutrientes producida por las actividades humanas estimula las floraciones de cianobacterias en el agua. Este proceso de aumento de nutrientes se conoce como “eutrofización”, ocurre por descargas de desechos, sumado el calentamiento de los cursos de agua por el Cambio Climático. A la eutrofización, se suma la salinización del agua dulce por sobreexplotación del agua subterránea.

Tanto la salinización como la eutrofización de las vías fluviales contribuyen a la expansión de cianobacterias que contaminan los sistemas de agua. Este es un proceso que produce un excesivo crecimiento de algas y otras plantas acuáticas. Al descomponerse consumen oxígeno, afectando negativamente los ecosistemas acuáticos al producir la muerte de flora, fauna y por consiguiente la salud de las personas.

Las cianobacterias que son unas algas verde-azuladas, organismos más comunes en la Tierra. Aparecieron hace más de 3.500 millones de años, reestructurando toda nuestra biosfera. Se cree que la fotosíntesis de las cianobacterias enriqueció la atmósfera de la Tierra en sus inicios con oxígeno. El incremento de las temperaturas aceleró la presencia sin precedentes de floraciones de cianobacterias convirtiéndose en un desafío mundial.

Las cianobacterias son microorganismos similares a las bacterias en su estructura, pudiendo llevar a cabo la fotosíntesis oxigenada y contener clorofila a. Adicionalmente, tienen una notable capacidad de adaptación a los cambios climáticos. Logran sobrevivir muchos años a la luz ultravioleta de alta intensidad, a la deshidratación, a los ambientes hipersalinos y a las temperaturas extremas.

Las floraciones de cianobacterias pueden ser extremadamente peligrosas para la salud humana, los animales y los ecosistemas, deteriorando la calidad de elementos fundamentales como el agua. La expansión de estas floraciones de algas cianobacterias nocivas se ha convertido en una gran preocupación para las comunidades de todo el mundo.

Hay que reducir drásticamente las cargas de nutrientes que ingresan a los sistemas de agua, así como la descarga de venenos en las fuentes de agua, para lo cual se necesita cambios radicales en las actividades urbanas, agrícolas e industriales que producen su contaminación. Las principales fuentes son: la agricultura, la acuicultura, la cría de animales, las aguas residuales, las aguas pluviales, los combustibles fósiles y los desechos humanos.

El éxito en la reducción de las cianobacterias debe basarse en una comprensión profunda de los principios de la dinámica de los ecosistemas acuáticos. Debe apoyarse en una vigilancia fiable, alertas, métodos de tratamiento ecológico y planes de acción adecuados. Una mitigación inadecuada de estos organismos puede conducir a un daño extensivo a los ecosistemas acuáticos e importantes pérdidas socioeconómicas.

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