Lluvia ácida y pesticidas en las precipitaciones

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La lluvia ácida huele, se ve y se siente como la lluvia normal, pero constituye un fenómeno contaminante que se produce cuando se combina el vapor de agua atmosférico con óxidos de azufre y de nitrógeno y forman ácido sulfúrico y ácido nítrico. La contaminación es producto de la quema de combustibles fósiles, de carbón y aceite para producir electricidad, calor o calefacción. Se suman las erupciones volcánicas y los géisers que son las erupciones de vapor y agua caliente de las termas. Pero el mayor aporte lo realizan las actividades humanas.

El concepto de lluvia ácida engloba cualquier forma de precipitación que presente elevadas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico, pero puede mostrarse en forma de nieve, niebla y partículas de material seco que se reposan sobre la superficie de la Tierra. En el océano puede ocasionar la destrucción del plancton mientras que en ríos y lagos la muerte de peces y otros organismos vivos. En las ciudades aumenta el riesgo sanitario de la población que entra en contacto con ella y puede causar, además, corrosión de obras, monumentos y edificios.

Dr. Raúl Osvaldo Coronel
Abogado Mat.764 STJ Chaco
Especialista en Evaluaciones Ambientales

El dióxido de azufre se utiliza para la producción del ácido sulfúrico y uno de los más importantes usos es en la industria de los fertilizantes o abono para mejorar los suelos de los cultivos. Otras aplicaciones se encuentran en la refinación del petróleo, la producción de pigmentos que se emplea para colorear pinturas y barnices. También en el tratamiento del acero, extracción de materiales ferrosos, fabricación de explosivos, detergentes, plásticos y fibras.

El pH es una de las pruebas más comunes para conocer parte de la calidad del agua, indica su acidez o alcalinidad, las mediciones de pH se ejecutan en una escala de 0 a 14, con 7.0 es considerado neutro, inferiores a 7.0 ácidos y por encima de 7.0 hasta 14.0 alcalinos. Pero cuando el agua se expone a los ácidos y a su vez se combinan con el agua de lluvia en la atmósfera, se genera un pH menor a 4 o 4,5. El pH de los líquidos más comunes son el del vinagre 3.0, del vino 2.8/3.8, cerveza 4/ 5, leche 6.3/6.6 el agua de mar 8.3.

Pero las complicaciones por contaminación del agua de lluvia surge, a partir de haberse detectado la presencia de pesticidas en las precipitaciones y esto ocurre mediante una investigación en la República Oriental del Uruguay, río de por medio vecina de la Provincia de Entre Ríos. Los estudios calculan que la carga de pesticidas que cae por hectárea, es una cantidad considerable en determinados casos como en la localidad de Paysandú, estudio mediante, de la Facultad de Química en el Centro Universitario Regional Literal Norte.

El análisis registró la presencia de imidacloprid un insecticida para matar insectos chupadores como pulgones, moscas blancas, chinches, etc., así como malaoxón una degradación del pesticida insecticida malatión que comúnmente se utiliza para el control de mosquitos y de una variedad de insectos, incluida las aplicaciones para matar langostas, puede utilizarse en perros y gatos para el control de pulgas, garrapatas y hormigas, mientras que fungicida propiconazol se utiliza para matar hongos.

Los investigadores analizaron 18 muestras tomadas entre mayo y julio de 2018, dando cuenta que los pesticidas llegaron al agua, luego de aplicarse sobre el cultivo pero el viento hace que vuele, se integre a las nubes y así cae en forma de lluvia. Sucede en todo el mundo y se debe a las formas en las que se aplican los pesticidas explican los investigadores de Farmacognosia y Productos Naturales de la Facultad de Química de la Universidad de la República Oriental del Uruguay.

Es diverso el uso de estos pesticidas, el imidacloprid en el control de plagas y para la producción de cereales, en huerta y para granos, siendo “moderadamente tóxico”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) pero en Francia está prohibido desde hace unos 20 años. El propiconazol se usa para combatir hongos en los cultivos, particularmente en cítricos, mientras que el malaoxón no se aplica, pero se produce a partir de la transformación del malatión, que se usa para combatir las hormigas y para evitar insectos en los cereales almacenados. La OMS lo considera “probablemente cancerígeno”.

En Argentina el uso de estos pesticidas se extendió por todo el territorio, a su vez el reciente estudio señala que, los encontrados en la lluvia de Paysandú pueden haber sido aplicados tanto en Uruguay como en Argentina. El viento esparce estos compuestos a través de miles de kilómetros, sobre las casas y la vegetación. Luego son lavados por las fuertes lluvias y tormentas continuando su ciclo natural de desaguar en corrientes de agua, agregando más ácidos, resultando una combinación aún más ácida que lo que sería por sí sola, con el adherido de los pesticidas. Todo pone en peligro y materializa el riesgo en la salud de las personas y de los ecosistemas.

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