Julio y todo el año sin plásticos.

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El 3 de julio de cada año se celebra el Día Internacional Libre de Bolsas de Plástico con el objetivo de concientizar a la población para reducir las bolsas de plástico de un solo uso y fomentar su consumo responsable. Las bolsas de plástico causan daño al ambiente y a los seres vivos. Una gran parte de estas no se reutilizan ni se reciclan, sino que son desechadas inmediatamente terminando en los vertederos (basureros), en ríos o en el mar.

Las bolsas de plástico están elaboradas con material derivado del petróleo que se pueden fabricar en segundos pero tardan más de 400 años en descomponerse siendo contaminantes dañinos para los ecosistemas y la salud. Cada persona gasta una media de unas 230 bolsas de plástico al año, lo que representa más de 500 billones de bolsas de plástico en el mundo. Al no ser reciclables, quedan en el planeta perjudicando a todos los seres vivos.

Se creó por accidente en una plata química de Inglaterra en 1933 pero en 1965 fue patentada en Suecia. Desde entonces fue remplazando a las bolsas de tela por su distribución gratuita en supermercados y otros comercios. A los océanos llegan cerca de 12 millones de toneladas de plásticos cada año, amenazado especies marinas. Uno de cada seis peces que se venden contiene micro plásticos en sus estómagos, entrando además en la cadena trófica.

RAUL OSVALDO CORONEL ABOGADO MAT.764 STJ CHACO ESPECIALISTA EN EVALUACIONES AMBIENTALES

 

En 1997 se descubrió la gran mancha de basura formando una isla en el centro del océano Pacífico, se trata de plásticos acumulados que navegan a la deriva. Se fabrican más de un billón cada año llegando a lugares lejanos, no solo a las profundidades de los océanos, sino también a la cima del Monte Everest y hasta a los casquetes polares, provocando importantes desafíos ambientales. Tienen mucha resistencia para descomponerse por sí solos.

Las bolsas de plástico se han convertido en uno de los objetos más cotidianos y perjudiciales para el medio en que vivimos, por lo que varios países las han prohibido. En 2002 Bangladesh fue el primero en prohibirlas en atención a que desempeñaban un papel clave en la obstrucción de los sistemas de drenaje durante inundaciones desastrosas.
Así también 20 Estados de México en 2018, Francia e Italia que han logrado reducir notablemente su consumo.

Otros países como Reino Unido, Portugal y Suecia han optado por aplicar impuestos sobre el uso de las bolsas, mientras que Finlandia o Alemania han establecido acuerdos voluntarios. Argentina a medias o nada, sólo un reglamento para la reducción progresiva y la prohibición específica de los plásticos de un solo uso pero sólo en los parques nacionales y áreas protegidas.

La decisión alcanza elementos como botellas de bebidas, vajilla y utensilios plásticos descartables; varillas de soporte de globos y los soportes utilizados para el consumo de helados; hisopos y cotonetes realizados con plástico no compostable; bolsas plásticas no reutilizables o compostables; envoltorios y productos cosméticos y de higiene oral con micro perlas o micro esferas de plástico.

Hecha la ley, hecha la trampa: el reglamento dice, “no estarán alcanzados por la restricción los productos que por cuestiones específicas no pudieran ser reemplazados por materiales alternativos”, (los que en realidad no existen). La obligación se extiende a prestadores, permisionarios y concesionarios de las áreas protegidas y servicios turísticos en jurisdicción de Parques Nacionales.

Otra vez la excepción: “salvo excepciones puntuales debidamente justificadas, (se refiere a otras actividades) las que serán consideradas por el organismo. La norma establece un plazo de seis meses para que las concesiones vigentes y permisos habilitados readapten sus procesos para el cese definitivo del uso de plásticos. Más excepciones: “el cese definitivo de la utilización de plásticos de un sólo uso o su reemplazo será por productos reutilizables o realizados con materiales compostables. Veamos que dice la ONU.

No existen sustitutos del plástico. Comenzaron a utilizarse e investigarse materiales alternativos, bioplásticos o plásticos biodegradables y/o compostables. Pero un informe del Programa de la ONU para el Ambiente PNUMA, manifestó preocupación sobre el etiquetado de estos productos como «biodegradables” y su impacto, ya que tiende a aumentar el comportamiento de desechar estos materiales al ser percibidos como una solución técnica ambiental.

En cuanto a la aparición de bioplásticos, se trata de un material muy complicado y tiene poca información. Los plásticos deben ser eliminados y el reciclaje debe estar dentro de un programa general y total del Tratamiento Integral de Residuos. Las alternativas para reemplazar al plástico son el papel, el algodón y el vidrio. Pero no es sencillo determinar qué material resulta más conveniente en términos de su impacto socio ambiental.

Debemos entender que lo mejor que podemos hacer para intentar solucionar este problema es desplastificar o lo que es lo mismo, reducir y minimizar terminantemente lo más posible el uso de plásticos descartables. No quiere decir que se trata de reemplazar un descartable de plástico por otro material, debemos pensar y accionar evitando utilizar estos materiales y sus residuos.

Todos podemos hacer algo para minimizar y eliminar las bolsas de plástico: tomar conciencia que debemos cambiar nuestros hábitos en el día a día, y así reducir la gran contaminación con plásticos en nuestra naturaleza, la vida silvestre y sobre nuestra propia salud. El mejor residuo es el que no se genera. Un minuto en la mano o sea usar y descartar, son más de 100/400 años en el ambiente.

Debemos reducir de forma efectiva el consumo de bolsas de un solo uso, el envase o transporte de la compra debe ser de larga duración. Exijamos normativas para la reducción y fomentar las medidas disuasorias del consumo de bolsas. Apostar al cambio cultural y ambiental. Usar botellas reutilizables para volver a comprar.

Un detalle para tener en cuenta, los sorbetes se usan unos pocos minutos, al desecharse pueden tardar entre 100 /400 años en descomponerse. Salvemos nuestro único planeta para las generaciones presentes y futuras.

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