«Degradación de humedales y el Ciclo del Agua», por Raúl Coronel
Las evidencias científicas son “claras como el agua”, el clima mundial está cambiando y sin duda alguna seguirá cambiando perjudicando significativamente a las sociedades a través del agua. El Cambio Climático afectará la disponibilidad, calidad y cantidad de agua para las necesidades humanas básicas, una amenaza al disfrute de los derechos humanos de acceso al agua y al saneamiento.
En muchas regiones la disponibilidad de agua en cantidad y calidad, se está viendo gravemente afectada por la variabilidad y el Cambio Climático, con más o menos precipitaciones y una mayor frecuencia de fenómenos atmosféricos extremos. También la demanda se ve incrementada por el crecimiento de la población, la expansión agrícola e industrial que resulta de la modificación de los patrones de consumo y de producción.
El proceso natural del Ciclo del Agua, se ve alterado por el clima que plantea riesgos para la producción de energía, la seguridad alimentaria, la salud humana, el desarrollo económico y la reducción de la pobreza, poniendo en grave peligro lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS, que persiguen el acceso al agua limpia y el saneamiento para todos, en los diez próximos años.
Los ODS establecen que al 2020 debió protegerse y restablecerse los ecosistemas relacionados con el agua, los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos. La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, una cifra que crecerá con el aumento de las temperaturas globales por el cambio climático.
El Informe 2020 del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos UNESCO se centró en los desafíos, las oportunidades y las posibles respuestas al Cambio Climático, en términos de adaptación, mitigación y mejora de la capacidad de recuperación, logrando mejorar la gestión del agua, un derecho fundamental de miles de millones de personas.
Pero las actividades humanas provocan tensiones sobre las Cuencas Hídricas, sus funciones ecológicas e hidrológicas y aumentan la contaminación. Los Humedales principales proveedores de agua, han sido degradados o destruidos por la agricultura y silvicultura, quema, pesca intensiva, mal drenaje de aguas, regadío, construcción de caminos, diques, represas hidroeléctricas, electroductos, turismo y eliminación de desechos, entre otras.
La ignorancia de las funciones y servicios ecosistemáticos que prestan los Humedales, ha llevado a su destrucción, cuando la realidad exigen medidas urgentes a corto, mediano y largo plazo para restaurar y proteger sus procesos naturales que hacen posible la vida humana y la biodiversidad. El desconocimiento de su importancia en todos los estratos de la sociedad y de gobiernos rechaza la adopción de decisiones correctas, al gestionar proyectos y obras no sustentables, los degradan como recursos naturales.
A la degradación de Humedales se le suma la quema de su vegetación, con más la constante de inundaciones y sequías que se incrementó por el escurrimiento excesivo al haberse afectado la función esponja para retener el agua y la humedad. En la práctica los Humedales son tratados como tierras improductivas, autorizando usos incompatibles con el mantenimiento de los procesos ecológicos. Son destruidos a un ritmo alarmante para un desarrollo donde el interés es solo el dinero.
En los Humedales el agua se acumula o circula más lenta, porque funcionan como reguladores de los excesos y deficiencias hídricas, ayudan a mitigar las crecientes y la recarga y descarga del agua subterránea. Mediante la retención, transporte y transformación de nutrientes, sedimentos y contaminantes, juegan un papel muy importante en los ciclos de la materia y en el mantenimiento de la calidad de las aguas.
El Ciclo del Agua es fundamental para el mantenimiento de la vida en la Tierra y para el sustento de todos los ecosistemas terrestres. Determina la variación climática e interfiere en el nivel de los ríos, lagos, mares y océanos. Los Humedales juegan un papel muy importante en el Ciclo del Agua al recibirla de las precipitaciones o mediante esteros, arroyos y ríos. Las sueltan a otros cursos de agua superficiales o por infiltración a depósitos de agua subterránea o mediante transpiración y evaporación de sus plantas pasan nuevamente a la atmósfera.
Destruir Humedales implica poner en peligro “el Ciclo del Agua”, un proceso natural a partir de la evaporación cuando el sol calienta las aguas superficiales. El vapor sube a la atmósfera donde se condensa, se concentra en gotas que forman nubes y neblina que caen con la lluvia. Una parte aprovecha la naturaleza, otra los seres vivos y la restante se incorpora a las aguas subterráneas. Finalmente la escorrentía, el desplazamiento del agua a través de declives y accidentes del terreno para pasar a esteros, ríos, lagunas, mares y océanos, y de ahí, de vuelta al inicio del Ciclo.
Drenar los Humedales de manera inexperta no sólo degrado el suelo, sino que desaparecieron los espejos de agua, perdiendo la flora y la fauna disminuyendo el potencial productivo del lugar. Los efectos han sido negativos, se acentuaron la intensidad de inundaciones, y sequías con la salinización de sus suelos. Lejos de quedar tierras fértiles para la producción pasaron a ser desérticas. Es el caso de los bajos submeridionales.