“El Vaticano y la Cumbre Climática Mundial”, por Raúl Coronel

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Del 6/18 noviembre 2022 se lleva a cabo la COP27 en Sharm El-Sheikh, Egipto con más de 200 invitados, con el fin de encontrar acuerdos para paliar los graves impactos del Cambio Climático CC. Por el Vaticano asiste el Secretario de Estado Cardenal Pietro Parolin que en nombre de Papa pidió soluciones tangibles (claras y precisas) para migrantes desplazados por la emergencia climática, así como prevenir y responder a los impactos humanitarios por su causa.

Primera vez que la Santa Sede participa como Estado Parte tanto de esta Convención como del Acuerdo de París, constituye un paso ligado al compromiso de SS Francisco de llegar al objetivo de emisiones netas cero de gases efecto invernadero (GEI). El Papa expresó sus esperanzas que en la COP27 se tomen decisiones concretas pensando en las generaciones más jóvenes antes de que sea demasiado tarde y se comprometa su futuro.

 

La actual crisis socio-ecológica es un momento propicio para la toma de decisiones concretas e inaplazables (…) Tenemos el deber moral de actuar concretamente para prevenir y responder a los impactos humanitarios, cada vez  más frecuentes y graves, causados por el CC sostuvo el Cardenal Parolin en el seno de la Conferencia. También acompaño  el lanzamiento de una alianza para la resiliencia contra las sequías.

 

La referencia es al creciente fenómeno de los migrantes desplazados, sostuvo el Cardenal. El llamamiento se dirige a los Estados, incluso cuando los desplazados no tienen acceso a la protección internacional, los Estados no pueden ignorar las soluciones tangibles tanto en los ámbitos de la adaptación, la mitigación y la resiliencia

 

Centro el cardenal Parolin en su exposición en la interconexión entre el CC, el aprovisionamiento de agua y de alimentos, la pobreza y la migración. En nombre del Santo Padre, el Cardenal advirtió que es necesario aprovechar esta nueva oportunidad para abordar seriamente los cuatro pilares del Acuerdo de París: mitigación, adaptación, financiación y pérdidas y daños. Pilares que son una cuestión de equidad, justicia y equidad.

 

Que las medidas políticas, técnicas y operativas no son suficientes, deben combinarse con un enfoque educativo que promueva nuevos estilos de vida, fomentando un modelo renovado de desarrollo y sostenibilidad basado en el cuidado, la fraternidad y la cooperación. Sobre «Seguridad del Agua»,  que el CC pone en peligro los ciclos hídricos mundiales. Que la escasez de agua y la contaminación van en aumento y afectan a las poblaciones más pobres.

 

El Cardenal Parolin espera que la seguridad del agua se incluya en las estrategias climáticas nacionales. La convicción es que se necesitan cambios en la gestión del agua, incluyendo un uso equitativo de los recursos hídricos y una distribución más inteligente del agua para los sistemas alimentarios para los cual se necesitan urgentemente nuevos enfoques integrados y esfuerzos reforzados.

 

En la Mesa Redonda sobre «Seguridad Alimentaria» expresó las acciones propuestas se refieren a la gestión sostenible de la tierra, la diversificación de la producción agrícola, el empoderamiento de las personas vulnerables, una protección social promovida por la sociedad civil y las comunidades religiosas. Reducción del desperdicio de alimentos y de las emisiones de GEI, así como la inclusión de los sistemas alimentarios en la financiación del clima a escala.

 

 

“La pandemia del Covid-19 y los conflictos en todo el mundo corren el riesgo de socavar la seguridad mundial, exacerbar la inseguridad alimentaria, socavar el multilateralismo e incluso eclipsar nuestros esfuerzos aquí en Sharm el Sheikh. Parolin puntualiza: No podemos permitir que esto ocurra. Los países estructurados en bloques aislados e insostenibles no ayudan a la causa que sigue siendo planetaria”.

 

“Por eso el purpurado invita a aprovechar esta coyuntura como un momento para poner en juego la solidaridad internacional e intergeneracional. Debemos ser responsables, valientes y con visión de futuro no sólo por nosotros, sino también por nuestros hijos».

 

Así también el Papa Francisco lamenta que en décadas, muchos países han vivido bajo un sistema voraz que ha expuesto al límite a la casa común y marginado a millones de seres humanos. La vida en el planeta corre peligro y el reloj no se detiene. Los países pobres pagan los platos rotos del CC y de la contaminación. Invertir millones para ir a Marte es un sueño. Pero la realidad es que no hay un planeta B, advierte Su Santidad.

 

Les pido en nombre de Dios “Vi chiedo in nome di Dio” es el nombre del nuevo libro del papa Francisco, en el que traza un balance de su pontificado a meses del décimo aniversario de su elección, que se celebrará el 13 de marzo.

 

En el libro, editado por la italiana Piemme, SS Francisco se dirige a todos, creyentes y no creyentes, para rezar por una casa común pacífica, libre de pobreza, custodiada para las generaciones venideras, con las puertas abiertas a los demás; por una humanidad que rechace cualquier tipo de abuso, reconozca la dignidad de cada persona, la igualdad de oportunidades de mujeres y hombres y no utilice el nombre de Dios para fomentar guerras.

 

Del nuevo libro: Dejen de contaminar. “Quiero pedirles a las grandes corporaciones mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias y de agronegocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas; que dejen de contaminar los ríos y los mares; que dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos”.

 

“Os ruego en nombre de Dios, por un futuro de esperanza”, será editado en nuestro país por el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide, delegado de la Agencia Télam ante el Vaticano, bajo el sello Mensajero del Grupo de Comunicación Loyola.

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